La gran calidad de los aceites Alonso

Entrada al Fundo Cerro Colorado en el secano costero de la región de O’Higgins 

El fundo Cerro Colorado, de propiedad de don Abel Alonso e hijos, se ubica en el secano costero de la región de O’Higgins, cerca del embalse de Rapel. Con 400 hectáreas plantadas de olivos, los aceites Alonso se perfilan actualmente como uno de los de mejor calidad elaborados en Chile. Ello, gracias al uso de tecnologías de punta que permiten procesar la fruta apenas se cosecha, preservando así sus propiedades benéficas para la salud y sus componentes ideales de sabor.

Aceites Alonso: Olivares plantados en alta densidad

A pesar de los enormes avances que ha logrado la industria olivícola en Chile, aún resulta bastante frecuente encontrarse con aceites de mala calidad en las mesas de muchos restaurantes de nuestro país. Peor aún: hay quienes rellenan con aceites defectuosos botellas que lucen etiquetas de reconocida calidad (nuestro habitual ‘gato por liebre’), sin entender que este maravilloso producto, el rey de los condimentos, puede transformar un plato de sencilla factura en uno sublime. O destruirlo si es defectuoso.

Aceitunas productoras de aceite de oliva de primera calidad

Para que un aceite de oliva pueda recibir la denominación ‘Extra Virgen’, tiene que ser irreprochable, es decir, sin defectos y con un buen ‘frutado’. Y para que tenga estos atributos, se debe cuidar cada paso, desde la recolección de los frutos hasta su envasado. No importa si la cosecha se hace de forma mecánica o a mano, pero las olivas deben procesarse en menos de 24 horas a fin de que no se generen defectos conocidos como atrojado (fermentación de la fruta), mohoso (fruta podrida), o rancio (fruta expuesta al aire y al sol) entre otros.

Cosecha mecánica en plantaciones de alta densidad

Cosecha manual en plantaciones de baja densidad 

La inclaudicable vocación de Alonso por la calidad se basa en dos importantes decisiones: la de cosechar sus olivas más temprano que lo habitual, y la de sincerar en la botella el año de cosecha de sus aceites. La recolección de las olivas cuando aún no han madurado completamente permite obtener sabores muy distintivos, incluso asumiendo la desventaja de los menores rendimientos (un 11 a 12% de aceite en vez del tradicional 15 a 16% de las olivas maduras). Pero la calidad y el frescor que se obtiene más que justifica esta decisión. Y en relación a poner el año de cosecha en las botellas, vale tener en cuenta que en Chile, por ley, solo es necesario indicar la fecha de envasado. Pero como los consumidores no pueden saber cuánto tiempo el aceite estuvo guardado antes de ser embotellado, nadie garantiza que no estén consumiendo un producto que tenga hasta dos años de antigüedad. Un asunto no menor, sobre todo si, como dice don Abel Alonso, el aceite de olivas es al revés del vino: ‘cuanto más joven, mejor’.

Para aceites de calidad irreprochable: del campo a la almazara en menos de dos horas

La oferta de Alonso (disponible en algunos supermercados y en su bonita tienda-boutique de calle Emilio Vaisse 741, Ñuñoa) consta de 7 aceites monovarietales (elaborados con variedades españolas, italianas o griegas, y cada uno con sus propios sabores e intensidades), además de una mezcla de carácter español y Obsession, su mezcla ícono, un blend de variedades italianas y que, aparte de ser excelente, viene en una hermosa presentación.

Alonso: Aceites monovarietales y Obsession, su mezcla ícono de variedades italianas 

Fotografías de Harriet Nahrwold (©)