Cremaschi Furlotti, Chardonnay Single Vineyard 2015 

Si bien es cierto que los sectores de la costa de Chile han demostrado una aptitud notable para producir vinos blancos distintivos, no es menos cierto que hay otras zonas, a veces insospechadas, donde también se producen vinos blancos sorprendentes. Como este Chardonnay Single Vineyard 2015 de Viña Cremaschi Furlotti, que proviene de Loncomilla, un sector que pocos se atreverían a calificar como un origen de blancos de calidad.

Las uvas provienen del campo El Peñasco, de propiedad de la familia Cremaschi en el sector cordillerano de Loncomilla, donde también está ubicada la bodega. Gonzalo Pérez, el enólogo de la viña, dice que allí el clima es mucho más fresco que en el sector medio del valle, por lo que el chardonnay logra sus características notas grasas sin perder la acidez. El vino no hizo fermentación maloláctica, lo que se percibe justamente en su acidez filosa, y su guarda se hizo en barricas especialmente seleccionada para la variedad (nada menos que en la famosa ‘Perle Blanche’ de Nadalié), buscando destacar la fruta por sobre la madera.

El vino muestra un bonito color dorado pálido y una tipicidad inconfundible, con damascos, flores y un matiz fino de la madera. En la boca presenta una sabrosa y equilibrada combinación de limas y almendras, una buena untuosidad, sin ser pesado, y resulta perfecto para acompañar platos suculentos como un chupe de centolla ($6.490).